La vaca brava que se quedó ciega

La vaca brava que se quedó ciega

La cría de la vaca brava

El periodo de gestación de las vacas bravas es de 9 meses y, a diferencia de otros bovinos, disfrutarán de la compañía materna hasta casi el año.

Hasta entonces, habrán estado sus primeros 10-12 meses alimentándose de la leche de sus madres en la tranquilidad del campo, al lado del embalse del Celemín, y muy cerca de los cultivos de arroz que cada año crecen a pocos metros.

Cuando ya son “mayores”, y cumplen casi 1 año, en el “herradero”, se les identifica con las marcas propias de la ganadería, de la asociación ganadera a la que pertenecen, y se indica el año de nacimiento para conocer su edad. Pasarán todo un año en absoluta tranquilidad, disfrutando de la naturaleza que les rodea.

La selección de las vacas bravas en la ganadería Rehuelga

Cuando las hembras cumplen 2 años, en Benalup-Casas Viejas, en la ganadería de “Rehuelga”, se realiza la faena de selección genética que determinará las vacas que serán, durante toda su vida, las madres de la ganadería, de los futuros toros y de las futuras vacas.

ganaderia de toros bravos rehuelga

La prueba de la bravura de las vacas en la ganadería

Todas las hembras que son madres en esta ganadería, y en todas, habrán pasado por esta prueba, que consiste en valorar su bravura en la plaza de tientas de la ganadería y, si la valoración cumple con los criterios del ganadero, disfrutarán desde ese momento de una vida de máxima calidad, destinada a dar vida a los futuros toros y vacas de la ganadería.

La vida de las vacas bravas en la ganadería – Historia de una vaca ciega

El trato que recibe el ganado bravo es realmente sorprendente, y nos conduce a la historia de esta vaca que, tras ser excelente en el tentadero, y cumplir con creces con los criterios del ganadero, por un problema inesperado se quedó ciega.

Al conocer el problema, ganadero, mayoral y vaqueros, que habían observado un comportamiento extraño en la vaca, ya que hacía movimientos algo diferentes al resto cuando se desplazaba, pudieron confirmar que tenía un defecto en su visión.

la vaca brava ciega

¡Pero era una vaca que había pasado el tentadero con buena nota! ¿qué hacemos?, preguntaron los responsables de la ganadería.

El ganado bravo es la unión de morfología y comportamiento, es decir, es muy importante la complexión y la armonía o características fenotípicas; pero igual o más importante son las condiciones de comportamiento, o genotípicas; por lo que decidieron que esa vaca, debería seguir siendo, año tras año, madre de futuros toros y vacas.

¡Pero no veía! No pasa nada. Los animales tienen un sentido del olfato espectacular.

Cada 6 meses, entre diciembre y mayo, aproximadamente, se hacen los “lotes”, que son los grupos de vacas que se unen a un semental (todo milimétricamente estudiado), y durante ese tiempo van entrando en celo, y el semental, con su olfato y una glándula que posee, va detectando las vacas que están preparadas para ser cubiertas. Pues bien, nuestra vaca solo tenía un problema en la visión, y el resto era normal.

Año tras año fue siendo madre de diferentes crías y, lo más espectacular, es que al nacer, o cuando el becerro se alejaba para jugar, o a la hora de repartir la comida, la vaca ciega se guiaba por el olfato o por los sonidos de su cría, y poco a poco, despacio, con pasos un poco desacompasados, llegaba a su destino, al becerro o a la comida.

Cada vez que vamos a la ganadería, vemos a nuestra vaca ciega algo solitaria, ya que prefiere estar tranquila y segura en las zonas que ella controla 100%, y cuando llega la hora del apareamiento, actúa como cualquier otra, y cuando nace el becerro lo huele, lo palpa, y sabe que, desde ese momento, ella es la responsable de esa pequeña cría.

Si no contamos que una de esas vacas es ciega, seguramente nadie se daría cuenta, ya que el poder de la naturaleza hace que sea una vaca más y, tanto ganadero, como el resto de los trabajadores, la tratan como tal, como una más, pero es verdad que siempre se le intenta mimar un poco más, y ayudarle en momentos de traslados en distancias largas, o cuando pasan los saneamientos veterinarios.

Esta vaca fue excepcional cuando se seleccionó, y ese comportamiento es lo que están heredando las crías que, año tras año, va pariendo en tierra de “La Janda”.

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