Una reflexión sobre el turismo
Según la RAE, se define turismo como la “Actividad o hecho de viajar por placer”.
El interés por aprender cosas nuevas, conocer otras culturas, acercarnos a lo desconocido, probar sabores diferentes, experimentar otras sensaciones, hablar o escuchar otros idiomas, en definitiva, saber un poco más del porqué de tantas y tantas cosas que existen en el mundo, por todo esto y mucho más, se comenzó a viajar por placer y divertimento.
Hacer turismo no tiene que suponer un gasto enorme de tiempo y dinero, ya que los viajes son lo lejanos o cercanos que queramos, y podemos disfrutar muchísimo conociendo nuestro entorno más cercano, y poco a poco ir ampliando miras.
Es muy típico conocer países lejanos o ciudades recónditas, y cuando alguien viene a nuestra ciudad y nos para por la calle para hacernos una consulta sobre algo que, teóricamente debemos saber, porque vivimos al lado, resulta que no lo conocemos de verdad, y la información que damos es tan básica y desconcertante que nuestro interlocutor se va con más dudas de las que vino.
Conocer de primera mano las cosas, mirando, palpando, olfateando, degustando y escuchando, nos supondrá poder emitir juicios de valor reales, o al menos más objetivos que si emitimos valoraciones a través de terceras personas, o mucho más “subjetivo”, si lo hacemos según la información que recibimos de los medios de comunicación (TV, prensa, internet, etc.).
Tendría que ser de obligado cumplimiento (es una frase hecha y cada uno es libre de hacer lo que quiera con su vida, faltaría más) conocer lo mejor posible nuestro entorno, nuestro pueblo o ciudad, nuestro país, nuestros recursos, nuestro patrimonio, y así, además de saber el origen de nuestra vida, sabríamos explicar y ayudar a cualquier interesado en nuestra tierra.
¿Conocemos en qué consiste el turismo taurino?
España es un destino turístico a nivel mundial por multitud de razones, ya sean climatológicas, patrimoniales, históricas, medioambientales, culturales, gastronómicas, etc., y uno de los aspectos más conocidos de España en el mundo es la Fiesta de los Toros, el Toro Bravo o Toro de Lidia. Pero ¿realmente conocemos bien este aspecto como para poder informar de forma básica y correcta a cualquier interesado en este bello animal?
Siempre que se habla de toros se piensa en una plaza llena de gente, con un torero y un toro; y muy poca gente, empresas, entidades, etc., hacen esfuerzos por enseñar, educar, mostrar, e informar correctamente sobre la vida de este animal; lo que supone su crianza, cómo se gestionan las ganaderías, las profesiones que engloba, en definitiva, no conocemos de verdad lo que tenemos al lado de nuestra casa, y por lo tanto no podemos explicarlo bien y, por ende, se crean informaciones subjetivas.
Con el denominado “Turismo Taurino”, se pretende dar a conocer la base, el origen, la evolución de la raza como tal, los nombres de los animales según las edades (añojos, erales, novillos, etc.), los pelajes, cómo se selecciona el ganado bravo, qué comen, dónde comen, cómo están distribuidos por las fincas ganaderas, los años que viven, en resumen, queremos dar a conocer la base, lo cercano, lo que tenemos en casa, y cuando conozcamos o demos a conocer nuestro entorno, daremos otro paso para mostrar las diferentes tauromaquias que han existido y existen, las estadísiticas a nivel estatal, y un sinfín de matices que existen alrededor del toro de lidia como raza animal autóctona.
Patrimonio natural, ecología, agricultura y ganadería, es nuestra base para informar sobre la vida del toro bravo y, posteriormente, cada uno es libre de seguir interesándose por la multitud de variantes que genera el toro, y que, por supuesto, también es turismo taurino.
Turismo taurino. Exigente y profesional
Pero claro, toda esta información no se puede ofrecer de cualquier forma ni en cualquier sitio. Las personas que se dedican o dediquen al turismo taurino deben tener unos conocimientos amplios sobre el producto que se ofrece para que, dependiendo del interesado, se le pueda ofrecer una experiencia que cumpla con sus expectativas.
La persona que nos visita no quiere solo “ver algo” y decir “muy bonito el toro en el campo”, sino que se debe marchar sabiendo multitud de detalles sobre la vida del toro bravo y que, sin una metodología correcta y estudiada, un protocolo y una formación a la hora de explicar a cada interesado según su nivel, no podrá llevarse en su maleta una información objetiva, útil y de máxima calidad.
El toro vive en la naturaleza y crea un ecosistema específico, por lo que el Turismo Taurino es inevitablemente Turismo de Naturaleza.